Las principales familias avilesinas de la época eligen este espacio para su enterramiento, convirtiéndolo en un auténtico museo al aire libre, por la profusión de obra arquitectónica y escultórica que contiene: es el mayor museo al aire libre de la ciudad.
Quieren trasladar a sus vecinos y a las futuras generaciones su poder social y económico, en algunas ocasiones alcanzado desde modestísimos orígenes. Familias de reconocido prestigio, muchas de ellas vinculadas al comercio y transporte marítimo con Cuba y otros países americanos como los Fernández Balsera, Zaldúa-Carvajal, el Marques de Teverga, Maqua-Escandon, Carvajal, etc. ocupan estos espacios. El arte es aquí un elemento que glorifica al fallecido después de su vida, abandonando la idea del temor y el terror hacia la muerte
Los más importantes artistas y escultores asturianos del momento trabajan en estos proyectos: Manuel del Busto, Cipriano Folgueras, Faustino Nicoli, el propio Ricardo Marcos Bausá, los avilesinos Armando Fernández Cueto o Angel Arias Falcón o Federico Ureña, etc. Siguen líneas y modelos artísticos muy en boga en los cementerios de las principales ciudades europeas y americanas. Muchos de estos artistas también habían diseñado las viviendas particulares de estos clientes, bien en el centro de la villa avilesina o en el barrio indiano de Villalegre.
A su lado todo un conjunto de constructores, talleres, marmolerías, etc. desarrollan una ingente actividad, sobre todo entre la puesta en servicio del cementerio, 1890 y 1920. Es su etapa dorada.
En La Carriona destacan los hipogeos, los enterramientos en criptas subterráneas de notables dimensiones, a partir de los cuales se construye una sala a modo de sarcófago y rematando todo el conjunto una construcción en gran altura y dimensión que concluye en un grupo escultórico. Se construyen en piedra labrada o mármol de Carrara. Capillas o panteones ocupan en nuestro cementerio un lugar secundario y lo hacen un tanto diferente de otros camposantos asturianos, mientras que los nichos aquí son una aportación muchísimo más reciente. Puede así considerarse al hipogeo como la construcción funeraria más emblemática del Cementerio Municipal de La Carriona.
Quieren trasladar a sus vecinos y a las futuras generaciones su poder social y económico, en algunas ocasiones alcanzado desde modestísimos orígenes. Familias de reconocido prestigio, muchas de ellas vinculadas al comercio y transporte marítimo con Cuba y otros países americanos como los Fernández Balsera, Zaldúa-Carvajal, el Marques de Teverga, Maqua-Escandon, Carvajal, etc. ocupan estos espacios. El arte es aquí un elemento que glorifica al fallecido después de su vida, abandonando la idea del temor y el terror hacia la muerte
Los más importantes artistas y escultores asturianos del momento trabajan en estos proyectos: Manuel del Busto, Cipriano Folgueras, Faustino Nicoli, el propio Ricardo Marcos Bausá, los avilesinos Armando Fernández Cueto o Angel Arias Falcón o Federico Ureña, etc. Siguen líneas y modelos artísticos muy en boga en los cementerios de las principales ciudades europeas y americanas. Muchos de estos artistas también habían diseñado las viviendas particulares de estos clientes, bien en el centro de la villa avilesina o en el barrio indiano de Villalegre.
A su lado todo un conjunto de constructores, talleres, marmolerías, etc. desarrollan una ingente actividad, sobre todo entre la puesta en servicio del cementerio, 1890 y 1920. Es su etapa dorada.
En La Carriona destacan los hipogeos, los enterramientos en criptas subterráneas de notables dimensiones, a partir de los cuales se construye una sala a modo de sarcófago y rematando todo el conjunto una construcción en gran altura y dimensión que concluye en un grupo escultórico. Se construyen en piedra labrada o mármol de Carrara. Capillas o panteones ocupan en nuestro cementerio un lugar secundario y lo hacen un tanto diferente de otros camposantos asturianos, mientras que los nichos aquí son una aportación muchísimo más reciente. Puede así considerarse al hipogeo como la construcción funeraria más emblemática del Cementerio Municipal de La Carriona.